lunes, 4 de agosto de 2008

PONENCIA-SAMUEL LUGO

Apreciadas compañeras, apreciados compañeros:

En nombre de quienes hemos retornado del exterior, les doy la más cordial bienvenida a los que vinieron de los EEUU, Suiza, España, Bélgica, Francia, Brasil, Argentina y decirles que su presencia junto a quienes vienen de Coronel Oviedo, Hernandarias, San Juan Nepomuceno, Fulgencio Yegros, Villarrica, Caaguazú, Encarnación, Asunción y Departamento Central, nos llena de orgullo y de fundadas esperanzas porque por primera vez estamos cumpliendo el más sublime de los deseos que atesoramos en nuestro corazón, ese corazón pintado de rojo, blanco y azul, y es participar en la construcción de un nuevo Paraguay….un Paraguay para todos los paraguayos…!! Tantos años hemos soñado con la libertad, tanto hemos peleado por conquistarla ¡ Ahora estamos luchando por nuestro derecho a participar y a decidir sobre el modelo de Estado que queremos…. Hoy con más derecho aún, ya que ingresan al país alrededor de 750 millones de dólares por año, producto del sacrificio de cada uno de los paraguayos y las paraguayas que viven en cualquier lugar del mundo.

En este Primer Congreso de la Migración Paraguaya, quisiera describir algunas experiencias recogidas a lo largo de esta sufriente transición sobre los paraguayos que hemos retornado luego de la caída de la dictadura…

Desde el “Mundo de los Pueblos”, es decir nosotros, Ñandé, las organizaciones populares de distintas extracciones políticas, nace la idea de crear instituciones estatales que se ocupen del “Paraguay peregrinante”, en palabras del dignísimo Prof. Luis Alfonso Resck, y desde allí se originó y se establecieron dos Instituciones que pasarían a ser las más formidables herramientas de participación popular para el Paraguay migrante.

Por Ley Nº 40/ 89 se crea el Consejo Nacional de Repatriación de Connacionales con el fin de ocuparse de los paraguayos que querían volver y asentarse en nuestro país.

Por Ley Nº 01/90 en el Art. 367 se incorpora el voto de los paraguayos residentes en el exterior aunque en forma no óptima; se logró…” para las elecciones generales de 1993 los paraguayos, residentes en el exterior podrán hacer uso del voto, para lo cual se arbitrarán por los organismos competentes, los medios necesarios a dicho efecto”, una disposición de carácter temporal que intentamos darle rango constitucional en el año 1992.

El voto de los paraguayos en el exterior sufrió un revés muy serio cuando en la Convención Nacional Constituyente del año 1992, por imposición de la bancada colorada de los Constituyentes, entonces el “mundo oficial”, se incorpora una restricción constitucional en el Art. Nº 120. Por nuestra parte, desde el “mundo de los pueblos”, se estableció la más importante batalla que se haya podido dar por una reivindicación de los paraguayos emigrados; de ahí en adelante se ha podido obrar con alguna forma de organicidad para llegar al día de hoy en que debatiremos a profundidad la búsqueda de la solución a este problema. Y estableceremos juntos las medidas a tomar en todo el mundo, para tender una mano, en cualquier lugar en que habite un compatriota fuera del territorio nacional.

En cuanto a la realidad vivida por los paraguayos que hemos retornado al país luego de la caída de la dictadura, es importante analizar las respuestas de las autoridades y la actitud tomada por las organizaciones de paraguayos retornados…

Debemos comenzar recordando la creación del Consejo Nacional de Repatriación de Connacionales, organismo bicameral que fuera producto de la iniciativa de un grupo de compatriotas; así como la elaboración de la Ley bajo patrocinio de los Diputados Cesar Benítez, Augusto Brun, Ceferino Villalba y Victor Cardozo, que cumplió parcialmente con sus objetivos, con las dificultades propias de los primeros tiempos de la transición. Lo destacable es que la buena voluntad demostrada por sus funcionarios hizo que pudieran conseguirse algunos beneficios para los compatriotas retornados y sus familias.
El apoyo a los retornantes se verificó desde tres sectores: el oficial, a través del Consejo Nacional de Repatriación de Connacionales y de los distintos Ministerios relacionados con el tema de la vuelta al país; desde el área no gubernamental: la Conferencia Episcopal Paraguaya, el Comité de Iglesias para Ayudas de Emergencias y la OIM, acudieron a brindar apoyo en distintas áreas. Así mismo se concreta la Comisión de Apoyo al Consejo Nacional de Repatriación de Connacionales conformada por paraguayos retornados.

En el ámbito de los organismos no gubernamentales, los apoyos fueron apagándose gradualmente y hoy no existen ya iniciativas de significancia de esos sectores.

Desde el Estado, sin embargo, se debe mencionar que en el año 1993, el CNRC fue reemplazado por la Secretaría de Desarrollo para Repatriados y Refugiados Connacionales, dependiente de la Presidencia de la República, creada con el fin de conceder mayor ejecutividad a la política de repatriación. Lamentablemente, en la actualidad estamos observando a esta Institución en su peor estado de desarrollo y gestión institucional, pero esta reunión no está pensada para la denuncia puntual sobre quienes dirigen hoy la institución.

Se debe señalar sin embargo, que aún se encuentra en condiciones estructurales de impulsar políticas que beneficien a los retornados si es que el gobierno de la Alianza Patriótica para el Cambio le otorga la decidida voluntad de establecer como uno de sus principales ejes de acción, la problemática migratoria. Es por ello importante no disfrazar la realidad, en virtud de la cual se hace necesario en este Congreso identificar actitudes que deben modificarse necesariamente en esta etapa que comienza el 15 de agosto próximo.

Desde 1989 en adelante surgieron leyes que benefician el proceso de retorno de los compatriotas y que los órganos de aplicación distorsionaron gravemente, especialmente en los Consulados, en la Dirección de Migraciones, en la Policía de Identificaciones y también en el Poder Judicial.

En la mayoría de los Consulados de la República del Paraguay, no informan adecuadamente sobre los beneficios a los que pueden acceder los paraguayos retornantes y sus familias; cobran indebidamente aranceles consulares a todas las actuaciones para la repatriación de los compatriotas y sus familiares; otorgan Certificados de Nacimientos a los hijos nacidos en el extranjero, certificados que de nada sirven en el Paraguay, porque según disposición constitucional solo los hijos de paraguayos que estén al servicio del país (Consulados, Embajadas, Agregados Comerciales, etc) podrán ser inscriptos en los Consulados. Pero se sigue la expedición de cert ificados inservibles con la sola intención de cobrar aranceles.

En la Dirección General de Migraciones, se ha establecido una suerte de guerra permanente a los cónyuges e hijos extranjeros de los compatriotas retornados….al punto que podemos decir con absoluta responsabilidad que, a medida que se avanza en la conquista de beneficios otorgados por las Leyes de la República, Migraciones aumenta los obstáculos para la obtención de documentos de radicación para los cónyuges e hijos de paraguayos retornantes.

La Ley 2193/03 que autoriza a la Policía Nacional a expedir cedula de identidad a los hijos y cónyuges extranjeros de paraguayos establece solamente tres requisitos; la policía nacional por medio de la resolución nº 146/23/04/2005, notablemente aumenta a 10 los requisitos volviéndola absolutamente inútil.

Esta misma Ley determina que los beneficiarios esposas/os e hijos extranjeros no deberán hacer ningún otro tramite para que Migraciones los inscriba como radicados en el país, sin embargo los obligan a realizar otra gestión similar en Migraciones de manera totalmente arbitrario y en abierta contradicción con la Ley.
Esta Ley, fue promulgada el 5 de setiembre de 2003, pero recién entró en vigencia en julio del año 2006, porque la Dirección de Migraciones planteó al Parlamento un proyecto de modificación o derogatoria, cuyo estudio se prolongó hasta el mes de junio de 2006, fecha en que dicho proyecto de Ley se rechaza por el Congreso Nacional. Ahora, está siendo aplicado, pero ha sido absolutamente bastardeado por la Policía Nacional y la Dirección de Migraciones, esto es criminalizar el ingreso de nuestras esposas, esposos e hijos extranjeros, quienes nos acompañan a nuestro retorno al país.

La Ley 978 de Migraciones, contempla dos tipos de radicación o admisión; la primera es temporaria que dura un año y la otra es permanente, que según la interpretación dada por migraciones dura 10 años, esto aparte de ser ilegal es un problema más que se agrega al compatriota que regresa con sus familiares extranjeros.

Luego en el año 2004, también se sanciona una Ley por la que no se debía renovar más el carnet de Radicación permanente. Migraciones a través del Poder Ejecutivo se opone a su promulgación objetándola totalmente, el Congreso de la Nación se ratifica en su sanción original y se hace Ley para se aplicada pero sorprendentemente interpone una acción de inconstitucionalidad, que fue rechazada por la Corte Suprema de Justicia en el año 2008, con esto se retrazó cuatro años la aplicación de la citada Ley. Esto también es criminalizar el ingreso de nuestras familiares extranjeros que acompañan nuestro retorno.

En el Poder Judicial, donde se tramita la opción de Nacionalidad Paraguaya Natural para los hijos extranjeros de madre o padre paraguayo, también se encuentra un hecho irregular y abusivo por parte del Estado. Específicamente en el Juzgado del Primer Turno en lo Civil y Comercial, a cargo de la Jueza María Angélica Calvo y la Fiscalía a cargo de la Agente Fiscal Gilda Acevedo de Corina, se solicita de manera extraordinaria la agregación de Certificado de Antedecente Policial, de Antecedente Judicial y el de INTERPOL. La presentación de estos documentos no fueron establecidos en la Ley, precisamente para facilitar la documentación de nuestros hijos. Este derecho constitucional es imborrable porque es por ascendencia sanguínea, es innegable porque no es litigioso, debe ser de mero trámite y casi administrativo.

Establece como único recaudo para acceder a este beneficio, la presentación de tres documentos comparativamente simples.

Esto también es criminalizar el ingreso de nuestros hijos extranjeros quienes nos acompañan nuestro retorno al país.
Siguiendo con las dificultades creadas en nuestro camino, debemos sumar el grosero trato que otorga el Rectorado de la Universidad Nacional, a los compatriotas que retornan al país con títulos universitarios obtenidos en el exterior con mucho sacrificio; y que con idealismo vienen a ofrecer su trabajo al país.

La ausencia del Estado en estas situaciones es absolutamente notoria en todo el proceso de transición. Ninguno de los gobiernos ha prestado atención a la problemática migratoria. Esa es la razón fundamental por la que estamos hoy reunidos en este recinto con el objeto de dar a conocer el problema y solicitar la voluntad política del Gobierno de la Alianza Democrática para el Cambio, para establecer como una de sus prioridades el tratamiento de esta cuestión.
Por ello proponemos a este Primer Congreso de la Migración Paraguaya, para sus conclusiones los siguientes puntos:

 Solicitar al Gobierno de la Alianza Patriótica para el Cambio, que por los medios pertinentes se convoque a una Convención Nacional Constituyente para reformar la Constitución Nacional del año 1992. Derogando la restricción constitucional establecida en el art. 120 y en su reemplazo instituir el derecho de los ciudadanos paraguayos residentes en el extranjero, a elegir y ser elegidos en las elecciones de las autoridades nacionales.
 Solicitar que designe a personas honestas, con verdadera vocación de servicio y vinculadas a la colectividad de residentes en el exterior, en las Embajadas, Consulados e Instituciones que guardan relación al proceso de retorno de nuestros connacionales.
 Revitalizar la Secretaria de Desarrollo para Repatriados y Refugiados Connacionales otorgándole mayor presupuesto, directivas claras de involucrar a las organizaciones de paraguayos retornados y sus familias en el desarrollo de la politica de repatriación y dar precisas instrucciones para que las acciones de los consulados se vinculen con la de las organizaciones de paraguayos en el extranjero para ayudar en el proceso de retorno de los connacionales y sus familias.
 Solicitar que el Estado provea de un seguro medico familiar para el retornado de alcance nacional por el término de doce meses a partir de su ingreso al país.


Palabras del Señor Elias Samuel Lugo en Representación de la Asociación de Paraguayos Retornados del Exilio

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